
Kilómetro 0 Puente de Verrazano


Es en estos primeros pasos cuando suelo visualizar las carreras. Ésta ya la he completado cinco veces, y no me resulta difícil la recreación : la marea multicolor tendrá que recorrer Brooklyn, Queens… El interminable puente de Queensboro, La Primera Avenida que cruza todo Manhatan hasta llegar al temible barrio del Bronx. Miradas perdidas y sorprendidas por lo que se cuece a los dos lados del recorrido harán el camino más llevadero. Más bandas de música, interpretada por gente de diferentes etnias. Un negro, un blanco, un judío, una puta, un transexual, uno con facha de asesino y uno norma. Con cualquiera de ellos nos podemos topar.
KILOMETRO 5 LA CUARTA AVENIDA
Sin bajarme de mi asombro entro en la 4ª AVENIDA, La pasarela que une Brooklyn con Queens. Alguien me recuerda que en las calles de Brooklyn surgieron célebres personalidades: el baloncestista y mito Michael Jordan, la actriz y cantante Babra Streisand o el mismísimo mafioso Al Capone. Es el barrio más étnico de Nueva York. De hecho, al pasar por una de sus avenidas veo a gente con túnicas. Me pregunto si estarán rezando plegarias para que alcancemos la meta en Central Park.
A 5 kilómetros de los creyentes, como si con ellos no fuera la cosa, unos chicos de color con pinta de raperos se mueven con desparpajo mientras despiertan la curiosidad de quienes merodeamos en zapatillas y en paños menores. El más grande y corpulento acarrea una casete de grande dimensiones. El volumen está por las nubes, tanto que los decibelios que salen están a punto de arruinar sus tímpanos Puro Queens.
Pasado el ecuador de la carrera y sin darme cuenta me presento en el puente de Queensboro. Es tan increíble como interminable. Su longitud, más de una milla ascendente, lo hace insufrible. Para más fastidio, la superficie metálica somete a los pies a un calvario a estas alturas del trote. Un alivio : a la salida de ese célebre prodigio de la ingeniería. Según gira hacia la Primera Avenida, el cuerpo nota un subidón ante esa aglomeración de público en las aceras que no cesa de animar.
Empiezan a disminuir las fuerzas, pero la vista sigue intacta, igual de placentera. Aminoro el ritmo y en un avituallamiento atrapo un vaso de bebida isotónica. Al borde de la carretera un niño enchufa, manguera en mano, a todo aquel que pasa por su lado. Juraría que todos los años es el mismo.
KILOMETRO 32 RESPETO EN EL BRONX
La Primera Avenida cruza vertical todo Manhatan, hasta el Bronx. ¡Que respeto¡. Sólo el día del maratón se puede entrar sin temor. Durante una milla estaré corriendo por tan peligroso distrito sin más peligro que la pájara. Días atrás me dijeron que el recelo forma parte de las leyendas urbanas, pero, por si acaso, insisten en que me conforme con las postales del barrio. A pesar del cansancio, en el Bronx intento correr un poco más tápido. Hay quien me alienta con un “Go,go, let´s go”. Los conductores nos respetan, habrán reconocido que hoy las zapatillas se imponen a las ruedas. Sin coches se vive mejor. Tembién en Nueva York.
KILOMETRO 33 LLEGA “ EL MURO”

KILOMETRO 34 LA QUINTA AVENIDA
A la salida del Bronx se asoma la Quinta Avenida, el mito de seis carriles. Antes de llegar a los comercios nobles, esos edificios donde los turistas van de compras y se dejan parte de su sueldo, tenemos que pasar junto a la MOMA (Museo de Arte Moderno). Después de más de dos horas corriendo y sufriendo, creo estar tan lúcido como para recuperar las ganas de entrar en el museo mañana para ver la última exposición. Estoy cerca. Sólo me restan siete kilómetros rompepiernas para superar la línea de meta de Central Park.
KILOMETRO 42,195 CENTRAL PARK

KILOMETRO 43 … MI NUEVA YORK

En Nueva York, embaucadora y envolvente, todo es a lo grande. Incluso la paliza . Pero el sueño de muchos es también mi sueño.
Atletas profesionales, financieros, jóvenes de la realeza y famosos, entre los inscritos

El mejor de los españoles, Miguel Beltrán Méndez, es un corredor aficionado nacido en San Juan del Puerto (Huelva). A sus 32 años participaba por segunda vez en la mítica prueba estadounidense, y, casi sin darse cuenta, se convertía en el primer español y tercer europeo en cruzar la línea de meta de la prueba neoyorquina. Beltrán, que acudía solo con la intención de rebajar su marca personal, lo consiguió con un tiempo de 2.26:29.
Pero el Maratón de Nueva York también es punto obligado para ejecutivos y famosos. En esta oportunidad, el abogado y triatleta Javier García Enterría, socio de Derecho Mercantil del bufete Clifford Chance, realizó una marca de 2:57. Dos minutos después, y bajando también de la barrera de las tres horas, concluyó Julio Babecki, director general de L Capital. Juan Antonio Samaranch junior, olimpista y financiero, no llegó a las cuatro horas.
Una marca más que aceptable efectuó el hijo de Carmen Martínez Bordiú, Alfonso de Borbón, que obtuvo una meritoria marca de 3:30. También estuvo en la cita neoyorquina otro atleta con apellidos reales, Bruno Gómez-Acebo, sobrino del Rey de España, que acabó con un registro de 3:44, un tiempo incluso mejor que el del yerno del Rey, Iñaki Urdangarín, quien empleó diez minutos más.
La presentadora de televisión Anne Igartiburu logró finalizar los 42 kilómetros del trazado en algo más de cinco horas, un tiempo superior al de otra participante española relacionada con el mundo de la moda, María Fitz-James, relaciones públicas de Vogue.
Españoles al margen, otras de las atracciones fueron la presencia del campeonísimo atleta etíope Haile Gebrselassie, que debutaba en la carrera y que tuvo que abandonar lesionado. A la conclusión del evento, 'Gebre' anunció su retirada, pero por fortuna seguirá hasta Londres 2012. Junto a Gebrselassie también estuvo Edison Peña, uno de los mineros chilenos sepultados durante 69 días.
El artículo del Maratón es de Martín Fiz y el otro es del periódico Norte de Castilla
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