Los deportistas recurren a distintos tipos de suplementos nutricionales para compensar las limitaciones genéticas en su estado hormonal y en su desarrollo muscular, con el fin último de aumentar el rendimiento. Ésta es la razón del uso tan extendido, entre otros complementos, de los concentrados proteicos o de aminoácidos (componentes básicos de las proteínas) específicos, como los denominados aminoácidos ramificados.
La capacidad de trabajo físico del organismo humano tiene su máximo exponente en el movimiento activo, para lo cual es necesaria la contracción muscular. Para que esto suceda, se necesita un adecuado y continuo aporte de energía a las fibras musculares activas, durante el tiempo necesario. Los principales sustratos energéticos utilizados por el organismo durante el ejercicio físico son los hidratos de carbono y las grasas. Los primeros constituyen la principal fuente energética durante los ejercicios de mayor intensidad y menor duración (deportes explosivos), mientras que las grasas lo son durante los ejercicios de baja intensidad y larga duración (deportes de resistencia).
En circunstancias especiales de baja disponibilidad de sendos nutrientes, el organismo utiliza otros sustratos energéticos, como el lactato y ciertos aminoácidos (aminoácidos de cadena ramificada o BCAA, y glutamina). En condiciones normales, los aminoácidos contribuyen poco al gasto energético total ya que, en principio, sus funciones son otras. Pero se puede obligar al organismo a oxidarlos para obtener energía, como una solución de emergencia, si bien conviene evitar llegar a este punto.

Hipótesis de la fatiga central
Con el consumo de aminoácidos ramificados se persigue aumentar la masa muscular, acelerar la recuperación del músculo y prevenir la fatiga. Esta hipótesis, según describen los autores del libro "Nutrición en el deporte. Ayudas ergogénicas y dopaje", sugiere que el incremento de los niveles cerebrales de serotonina (neurotransmisor) puede alterar la función del sistema nervioso central y llevar al desarrollo de la fatiga. Esto sucede en respuesta a un descenso plasmático de aminoácidos ramificados, junto con una mayor disponibilidad de triptófano, precursor de la serotonina. Pero, ¿cómo se da esta circunstancia?
Tras un ejercicio aeróbico intenso y prolongado en el tiempo, como ciclismo, maratón, duatlón, triatlón, etc., o un entrenamiento de fuerza con pesas, el organismo detecta un nivel bajo de aminoácidos ramificados en sangre. Estos son tres: leucina, isoleucina y valina. Por otra parte, aumentan los niveles de ácidos grasos libres, que desplazan al triptófano de su unión a la albúmina (en condiciones normales, este aminoácido se transporta por la sangre unido a esta proteína), por lo que se incrementa la concentración plasmática de triptófano libre.

A partir de estos conocimientos, se plantea la hipótesis de que un suplemento de BCAA puede prevenir el descenso plasmático de estos aminoácidos, estabilizar el cociente triptófano libre / BCAA, limitar la subida de los niveles de serotonina en el cerebro, y mejorar la resistencia a la fatiga al mejorar las respuestas fisiológica y psicológica del deportista durante un ejercicio aeróbico prolongado. Estos efectos se han comprobado con efectividad en animales de experimentación, aunque los ensayos clínicos en deportistas dan resultados menos contundentes.
Además, a dosis muy elevadas, los aminoácidos ramificados pueden incrementar los niveles de amoniaco y producir efectos tóxicos. Eso sí, está demostrado que el aporte extra de carbohidratos reduce la movilización de los ácidos grasos que compiten con el triptófano para unirse a la albúmina y se reduce, por tanto, la fatiga de origen central.
TRES AMINOÁCIDOS ESENCIALES

Por MAITE ZUDAIRE
ALIMENTACIÓN TRAS UNA COMPETICIÓN DEPORTIVA
Tras un entrenamiento fuerte o competición, una dieta adecuada recupera las reservas de glucógeno muscular gastadas durante el ejercicio.
En vista de la importancia de los hidratos de carbono durante la realización de ejercicio prolongado, es fundamental la resíntesis de las reservas de glucógeno muscular tras una sesión de entrenamiento o una competición si se quiere mantener un rendimiento óptimo en sucesivas sesiones de entrenamiento o en competiciones muy seguidas. Sin embargo, la velocidad con la que el músculo puede recuperar sus reservas de glucógeno va a estar estrechamente relacionada con los siguientes factores dietéticos:
El tiempo transcurrido entre la finalización del ejercicio físico y el comienzo en el consumo de hidratos de carbono el tipo de hidratos de carbono elegidos y • de la cantidad ingerida •
Recomedaciones dietéticas generales:

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